CAMINO DE LA VERACRUZ
Etapa 7ª
13/06/2012 Villatoya
- Fuenteálamo
Distancia total efectuada: 114 km.
Distancia descontando errores: 111 km.
Bajo de la habitación a las
07,30 y Fernando ya me ha dejado la bicicleta en la puerta. Una de las personas
alojadas en el balneario me empieza a contar que también monta en bicicleta y
que tiene un hijo que también lo hace, que todas las mañanas sale a dar una
vuelta, etc., quiero mostrarme amable pero por delante tengo una etapa larga y
no puedo perder mucho tiempo, así que en cuanto puedo le indico que tengo que
partir.
Esta mañana hace un frescor
muy agradable, no saco el chaleco porque sé que cuando haya pedaleado unos
metros me sobrará.
Cruzo de nuevo Villatoya para
tomar las primeras señales del camino. Veo la primera junto a un lavadero y
empiezo a recordar estos tramos señalizados por mí hace algo más de un año.
Nada más salir, el camino se transforma en una corta senda de unos doscientos
metros hasta tomar una pista más ancha. El trazado empieza a subir poco a poco
con algunos tramos duros culminando a unos 12 km., compruebo el G.P.S. y veo
que en esta distancia he salvado un desnivel de 300 m.
Paso Cilanco sin parar en la
población ya que quiero llegar a Casas de Ves para desayunar. En este pueblo paro
en un bar y tomo un bocadillo.
Entrada a Las Eras |
Ya con el estómago lleno sigo
pedaleando por zonas algo más llanas y pronto llego a Las Eras. Desde esta
población tengo que bajar a Alcalá del Júcar; hay dos opciones, una por
carretera y la otra por una senda, opto por esta última. Hay tramos que son
peligrosos, por lo que paso esos tramos desmontado de la bicicleta. Al poco
estoy en este bonito pueblo de Alcalá del Júcar, paro unos minutos para hacer
unas fotos y sigo hasta Casas del Cerro.
Río Júcar |
Alcalá del Júcar |
La subida a Casas del Cerro
está señalizada por una senda, la misma no es ciclable por lo que llego hasta
este pueblo por carretera.
Estoy en zonas más llanas
donde el cultivo predominante son los cereales, es la época de recoger las
cosechas por lo que es habitual ver trabajar las máquinas cosechadoras, y de
eso tuve constancia, ya que durante un
tramo de dos o tres kilómetros me tocó tragarme el polvo de una de ellas sin
poder adelantarle.
Alternando tramos de la Ruta
de la Lana del Camino de Santiago llego a Alatoz sobre las 13,00. Es un poco
pronto para comer, pero Bonete está a 30 km., por lo que no tengo más remedio
que parar.
En un bar del pueblo llamado
Juan Carlos me siento en una mesa de la calle. Me dicen que aún no tienen preparado
el menú, por lo que pido un plato combinado. Mientras tomo una cerveza esperando la comida, se sienta en la mesa un
hombre bastante mayor que con curiosidad me pregunta hacia done voy. Le explico
lo que estoy haciendo y después pasa a contarme su vida; que había estado
trabajando muchos años en Francia, que tenía un hijo policía en Almansa y una
nieta militar en Cartagena, en fin, que me acompañó durante toda la comida.
Cuando se despidió, me dijo donde vivía y me invitó a ir a su casa si de nuevo
volvía al pueblo.
Sobre las 13,45 me pongo de
nuevo en marcha, a esta hora hace bastante calor y eso unido a la reciente
comida hace que sea duro pedalear.
El trazado no tiene grandes
desniveles, de vez en cuando algún tramo de subida, pero el calor y las pistas
secas y pedregosas hace que sea bastante duro.
Paso Casas Don Pedro y Marín
de Arriba y llego a Bonete sobre las 16,00. En este pueblo solamente paro
cinco minutos a la sombra para descansar y beber algo de agua, quiero llegar a
dormir a Fuenteálamo.
Sobre las 17,15 llego a
Montealegre; junto a una señal que indica 25 km. hacia Yecla tomo una Coca-cola
fresca y llamo a Carmen. Me dice que vaya a dormir a Yecla y que a la mañana siguiente
siga de nuevo, me rio de la ocurrencia y le digo que esta noche quiero dormir
en Fuenteálamo.
Retomo la marcha, el paisaje
no cambia, terreno seco, polvoriento y
cosechas por todas partes.
Son las 18,45 cuando llego a
Fuenteálamo, pregunto para dormir y me indican un par de sitios. Voy al Hotel
Restaurante Encarna. El hotel está muy bien, las instalaciones están nuevas y
muy limpias, se está a gusto. Como siempre, lavo algo, me ducho y voy a
cenar.
Ceno en un bar que está a 100
metros del hotel, el dueño (que es el mismo del hotel) se llama Pascual y es un
tipo peculiar. Ceno bastante bien y me
cobran 30 € por el hotel y la cena.
Esta ha sido una etapa de
transición; la primera parte hasta llegar a Alcalá del Júcar (aunque dura) es
la más atractiva, el resto no tiene gran dificultad pero el terreno seco y el
calor le dan un punto de dureza importante.
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