miércoles, 4 de julio de 2012

Etapa 7ª Villatoya-Fuenteálamo


CAMINO DE LA VERACRUZ


Etapa  7ª     13/06/2012                   Villatoya - Fuenteálamo

Distancia total efectuada:                        114 km.
Distancia descontando errores:                 111 km.


   Bajo de la habitación a las 07,30 y Fernando ya me ha dejado la bicicleta en la puerta. Una de las personas alojadas en el balneario me empieza a contar que también monta en bicicleta y que tiene un hijo que también lo hace, que todas las mañanas sale a dar una vuelta, etc., quiero mostrarme amable pero por delante tengo una etapa larga y no puedo perder mucho tiempo, así que en cuanto puedo le indico que tengo que partir.
   Esta mañana hace un frescor muy agradable, no saco el chaleco porque sé que cuando haya pedaleado unos metros me sobrará.
   Cruzo de nuevo Villatoya para tomar las primeras señales del camino. Veo la primera junto a un lavadero y empiezo a recordar estos tramos señalizados por mí hace algo más de un año. Nada más salir, el camino se transforma en una corta senda de unos doscientos metros hasta tomar una pista más ancha. El trazado empieza a subir poco a poco con algunos tramos duros culminando a unos 12 km., compruebo el G.P.S. y veo que en esta distancia he salvado un desnivel de 300 m. 
   Paso Cilanco sin parar en la población ya que quiero llegar a Casas de Ves para desayunar. En este pueblo paro en un bar y tomo un bocadillo.

Entrada a Las Eras

   Ya con el estómago lleno sigo pedaleando por zonas algo más llanas y pronto llego a Las Eras. Desde esta población tengo que bajar a Alcalá del Júcar; hay dos opciones, una por carretera y la otra por una senda, opto por esta última. Hay tramos que son peligrosos, por lo que paso esos tramos desmontado de la bicicleta. Al poco estoy en este bonito pueblo de Alcalá del Júcar, paro unos minutos para hacer unas fotos y sigo hasta Casas del Cerro. 

Río Júcar
Alcalá del Júcar

   La subida a Casas del Cerro está señalizada por una senda, la misma no es ciclable por lo que llego hasta este pueblo por carretera.
   Estoy en zonas más llanas donde el cultivo predominante son los cereales, es la época de recoger las cosechas por lo que es habitual ver trabajar las máquinas cosechadoras, y de eso  tuve constancia, ya que durante un tramo de dos o tres kilómetros me tocó tragarme el polvo de una de ellas sin poder  adelantarle.
   Alternando tramos de la Ruta de la Lana del Camino de Santiago llego a Alatoz sobre las 13,00. Es un poco pronto para comer, pero Bonete está a 30 km., por lo que no tengo más remedio que parar.
   En un bar del pueblo llamado Juan Carlos me siento en una mesa de la calle. Me dicen que aún no tienen preparado el menú, por lo que pido un plato combinado. Mientras tomo una cerveza  esperando la comida, se sienta en la mesa un hombre bastante mayor que con curiosidad me pregunta hacia done voy. Le explico lo que estoy haciendo y después pasa a contarme su vida; que había estado trabajando muchos años en Francia, que tenía un hijo policía en Almansa y una nieta militar en Cartagena, en fin, que me acompañó durante toda la comida. Cuando se despidió, me dijo donde vivía y me invitó a ir a su casa si de nuevo volvía al pueblo. 
   Sobre las 13,45 me pongo de nuevo en marcha, a esta hora hace bastante calor y eso unido a la reciente comida hace que sea duro pedalear.
   El trazado no tiene grandes desniveles, de vez en cuando algún tramo de subida, pero el calor y las pistas secas y pedregosas hace que sea bastante duro.
   Paso Casas Don Pedro y Marín de Arriba y llego a Bonete sobre las 16,00. En este pueblo solamente paro cinco minutos a la sombra para descansar y beber algo de agua, quiero llegar a dormir a Fuenteálamo.
   Sobre las 17,15 llego a Montealegre; junto a una señal que indica 25 km. hacia Yecla tomo una Coca-cola fresca y llamo a Carmen. Me dice que vaya a dormir a Yecla y que a la mañana siguiente siga de nuevo, me rio de la ocurrencia y le digo que esta noche quiero dormir en Fuenteálamo.
   Retomo la marcha, el paisaje no cambia, terreno seco,  polvoriento y cosechas por todas partes.
   Son las 18,45 cuando llego a Fuenteálamo, pregunto para dormir y me indican un par de sitios. Voy al Hotel Restaurante Encarna. El hotel está muy bien, las instalaciones están nuevas y muy limpias, se está a gusto. Como siempre, lavo algo, me ducho y voy a cenar. 
   Ceno en un bar que está a 100 metros del hotel, el dueño (que es el mismo del hotel) se llama Pascual y es un tipo peculiar. Ceno  bastante bien y me cobran 30 € por el hotel y la cena.
   Esta ha sido una etapa de transición; la primera parte hasta llegar a Alcalá del Júcar (aunque dura) es la más atractiva, el resto no tiene gran dificultad pero el terreno seco y el calor le dan un punto de dureza importante.





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